Evangelio Domingo 22 de Junio de 2025

Jesús anima a los discípulos a perseverar ante la persecución, confiando en la providencia divina. Nos asegura que valemos más que los pajarillos y que el Padre cuida cada detalle de nuestra vida.

EVANGELIO DEL DÍA

6/22/20253 min leer

Evangelio del día – Domingo 22 de junio de 2025

Mateo 10, 26-32

«Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. En verdad os digo que no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre. El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Baste al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Belcebú, ¿cuánto más a los de su casa? No temáis, pues, a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Y sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita vuestro Padre. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.»

Reflexión profunda

Jesús nos prepara para enfrentar persecuciones con valentía y confianza en la providencia divina. Nos enseña que nuestra identidad como discípulos está en seguirlo, confiando en el cuidado amoroso del Padre incluso en las dificultades.

La perseverancia frente a la persecución

Jesús anima a sus discípulos a perseverar y huir a nuevas ciudades ante la persecución, mostrando que su misión no se detiene. Esta actitud refleja una fe activa que confía en que el Hijo del Hombre vendrá a traer justicia y esperanza.

La identidad del discípulo

Ser discípulo implica compartir el destino del maestro, incluso las adversidades. Jesús nos asegura que no somos más que Él, pero tampoco menos, invitándonos a abrazar nuestra vocación con humildad y entrega total.

La confianza en el Padre

Con la imagen de los pajarillos y los cabellos contados, Jesús nos revela el cuidado detallado del Padre. Nos exhorta a no temer a quienes amenazan el cuerpo, sino a vivir con reverencia hacia Dios, que cuida de nuestra alma y existencia.

El valor de la fe

Este pasaje nos invita a valorar nuestra vida como un regalo divino, superando el miedo con la certeza del amor de Dios. La fe nos da fuerza para enfrentar cualquier prueba, sabiendo que estamos bajo su protección.

Lectio Divina paso a paso

1. Lectura (Lectio)

Lee Mateo 10, 26-32 en voz alta, despacio. Puedes encontrar el texto en la descripción de este capítulo.

Subraya las frases que más te impacten, como «no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos».

Pregúntate:

  • ¿Cómo respondo a las dificultades que enfrento por mi fe?

  • ¿Confío plenamente en el cuidado de Dios en mi vida diaria?

2. Meditación (Meditatio)

Profundiza en la relación entre fe y valentía:

  • «No temáis a los que matan el cuerpo»: ¿Qué miedos necesito superar?

  • «Los cabellos de vuestra cabeza están contados»: ¿Cómo puedo vivir con más confianza en el amor de Dios? Imagina a Jesús diciéndote: «Tu valor está en mis manos».

3. Oración (Oratio)

Realiza una oración espontánea como esta: «Padre, gracias por cuidarme incluso en las tormentas. Dame valor para seguir a Jesús sin miedo, confiando en tu providencia y entregándome a tu voluntad con amor.»

4. Contemplación (Contemplatio)

Quédate en silencio ante el misterio. Puedes repetir: «No temáis, Dios me cuida».

Deja que esta verdad penetre en tu corazón, disipando cualquier temor o inseguridad.

5. Acción (Actio)

  • Hoy, enfrenta un desafío con fe, recordando el cuidado de Dios.

  • Escribe una situación donde hayas sentido la protección divina y agradécele.

  • Comparte con alguien esta certeza: «Dios valora y cuida cada detalle de mi vida».

Frase para el día

«Padre, que mi corazón descanse en tu cuidado, sin temer a las pruebas.»