Evangelio Lunes 23 de Junio de 2025

Jesús alaba al Padre por revelar su verdad a los humildes y ofrece descanso a los cansados. Nos invita a tomar su yugo suave, aprendiendo de su humildad para encontrar paz interior.

EVANGELIO DEL DÍA

6/23/20252 min leer

Evangelio del día – Lunes 23 de junio de 2025

Mateo 11, 25-30

«En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y entendidos, y las revelaste a los pequeños. Sí, Padre, porque así te plugo. Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiere revelarlo. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»

Reflexión profunda

Jesús nos invita a encontrar descanso en su amor y humildad, revelando las verdades del Reino a los sencillos. Nos muestra que la verdadera paz viene de seguirlo con un corazón manso y confiado.

La revelación a los pequeños

Jesús alaba al Padre por revelar sus misterios a los humildes, no a los sabios soberbios. Esta elección divina nos anima a acercarnos con sencillez, dejando atrás el orgullo para recibir su gracia.

El descanso en Cristo

Con su invitación "venid a mí", Jesús ofrece alivio a los agotados por las cargas de la vida. Su yugo suave nos enseña que vivir según su voluntad trae paz, no opresión, a nuestras almas.

La humildad del corazón

Al presentarse como manso y humilde, Jesús nos llama a imitar su actitud. Esta humildad nos libera de las preocupaciones excesivas y nos conecta con el amor del Padre de manera profunda.

La ligereza de la fe

El yugo de Jesús, aunque implica compromiso, es ligero porque está lleno de amor y apoyo divino. Nos invita a confiar en que su guía nos lleva a un descanso eterno y renovador.

Lectio Divina paso a paso

1. Lectura (Lectio)

Lee Mateo 11, 25-30 en voz alta, despacio. Puedes encontrar el texto en la descripción de este capítulo.

Subraya las frases que más te impacten, como "venid a mí todos los que estáis cansados y yo os haré descansar".

Pregúntate:

  • ¿Siento cansancio que pueda entregar a Jesús?

  • ¿Estoy dispuesto a aprender de su humildad?

2. Meditación (Meditatio)

Profundiza en la relación entre descanso y fe.

  • "Ocultaste estas cosas a los sabios": ¿Cómo puedo acercarme a Dios con sencillez?

  • "Mi yugo es suave": ¿Qué cargas necesito soltar para encontrar paz? Imagina a Jesús diciéndote: "Ven, yo te doy descanso".

3. Oración (Oratio)

Realiza una oración espontánea como esta: «Padre, gracias por revelarte a los pequeños y ofrecerme descanso en Jesús. Ayúdame a ser humilde, a soltar mis cargas y a encontrar paz en tu amor.»

4. Contemplación (Contemplatio)

Quédate en silencio ante el misterio. Puedes repetir: "Jesús, mi descanso está en ti".

Deja que esta verdad penetre en tu corazón, disipando cualquier agotamiento o orgullo.

5. Acción (Actio)

  • Hoy, dedica un momento a descansar en oración con Jesús.

  • Escribe una carga que hayas dejado en sus manos y agradécele.

  • Comparte con alguien esta certeza: "El yugo de Cristo trae paz verdadera".

Frase para el día

«Padre, que mi corazón descanse en la humildad y el amor de Jesús.»