Evangelio Miercoles 25 de Junio de 2025
Jesús promete morada divina a quien ama y obedece su palabra. El Espíritu Santo guía y recuerda su enseñanza. Una invitación a vivir en amor trinitario.
EVANGELIO DEL DÍA
6/25/20252 min leer


Evangelio del día - Miércoles 25 de junio de 2025
Mateo capítulo 10, versículos 26 al 28
«Si uno me quiere, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me quiere no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado estas cosas estando aún con vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.»
Reflexión profunda
Jesús nos invita a una relación íntima basada en el amor y la obediencia, prometiendo que Él y el Padre harán morada en quien lo ama. No se trata de un amor vacío, sino de una entrega que se manifiesta en guardar sus palabras.
El amor que transforma
Guardar la palabra de Jesús es más que cumplir reglas; es vivir en sintonía con su amor. Esta obediencia no es esclavitud, sino la libertad de habitar en la presencia divina, donde el Padre y el Hijo encuentran su hogar en nosotros.
La acción del Espíritu Santo
El Espíritu, enviado por el Padre en nombre de Jesús, es nuestro guía y memoria viva. Nos enseña a comprender las palabras de Cristo y nos sostiene en la fe, recordándonos su enseñanza en los momentos de duda o dificultad.
Una morada divina
La promesa de que el Padre y Jesús harán morada en nosotros revela la profundidad del amor trinitario. No somos huérfanos ni abandonados; somos templos vivos donde Dios elige residir, transformando nuestra vida desde dentro.
La invitación a la obediencia
Amar a Jesús implica escuchar y vivir su palabra. Esta obediencia no es un peso, sino un acto de amor que nos une a la voluntad divina, abriéndonos a la paz que solo Él puede dar.
Lectio Divina paso a paso
Primero. Lectura (Lectio)
Lee Mateo 10, 26 al 28 en voz alta, despacio. Puedes encontrar el texto en la descripción de este capítulo.
Subraya las frases que más te impacten. Ejemplo: "Si uno me quiere, guardará mi palabra".
Pregúntate:
¿Qué significa para ti que el Padre y Jesús hagan morada en tu corazón?
¿Has sentido alguna vez la guía del Espíritu Santo en tu vida?
Segundo. Meditación (Meditatio)
Profundiza en la relación entre amor y obediencia.
"Guardará mi palabra": ¿Vives tu fe como un acto de amor o como una obligación?
¿Qué áreas de tu vida necesitas alinear con la enseñanza de Jesús?
Imagina a Jesús diciéndote: "Mi morada está en ti cuando me amas".
Tercero. Oración (Oratio)
Realiza una oración espontánea como esta:
"Padre, gracias por enviar a tu Hijo y tu Espíritu para habitar en mí. Enséñame a amar a Jesús guardando su palabra, y dame la gracia de sentirte siempre cerca. Que mi vida refleje tu presencia."
Cuarto. Contemplación (Contemplatio)
Silencio ante el misterio. Puedes repetir: "El Padre y Jesús hacen morada en mí".
Deja que esta verdad calme tu corazón y disipe cualquier temor.
Quinto. Acción (Actio)
Hoy, antes de actuar, pregúntate: "¿Esto refleja el amor de Jesús?"
Escribe una ocasión en que hayas sentido la presencia de Dios y agradécele.
Comparte con alguien esta esperanza: "Dios habita en quienes lo aman".
Frase para el día
"Padre, que mi amor por Jesús se vea en mi obediencia y me abra a tu morada."