Evangelio Viernes 13 de Junio de 2025
Jesús nos llama a una pureza de corazón, evitando deseos impuros y honrando la santidad del matrimonio. Nos invita a renunciar radicalmente al pecado para vivir en fidelidad al Reino de Dios.
EVANGELIO DEL DÍA
6/13/20253 min leer


Evangelio del día – Viernes 13 de junio de 2025
Mateo 5, 27-32
«Habéis oído que se dijo: "No cometerás adulterio." Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho te hace pecar, arráncalo y tíralo; porque más te vale que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te hace pecar, córtala y tírala; porque más te vale que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. También se dijo: "El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio." Pero yo os digo: todo el que repudia a su mujer, salvo en caso de unión ilegítima, la expone a cometer adulterio; y el que se case con una mujer repudiada comete adulterio.»
Reflexión profunda
Jesús profundiza en el mandamiento contra el adulterio, llamándonos a una pureza que trasciende las acciones externas y alcanza los pensamientos y deseos del corazón. Nos invita a vivir una santidad radical, protegiendo la dignidad del matrimonio y las relaciones humanas.
La pureza del corazón
Jesús enseña que el adulterio comienza con una mirada cargada de deseo impuro. Nos desafía a examinar nuestros pensamientos y a cultivar una pureza interior que honre a Dios y a los demás, exigiendo vigilancia y disciplina en nuestro corazón.
El valor de los sacrificios
Con imágenes fuertes, como arrancar el ojo o cortar la mano, Jesús enfatiza la importancia de apartarnos de lo que nos lleva al pecado. No se refiere a mutilación física, sino a renunciar radicalmente a lo que nos aleja de Dios, incluso si implica sacrificios dolorosos.
La santidad del matrimonio
Jesús reafirma la sacralidad del matrimonio, señalando que el divorcio, salvo en casos específicos, va contra el plan de Dios. Nos llama a respetar el compromiso matrimonial y a proteger la dignidad de las personas, evitando acciones que las expongan al pecado o al dolor.
La vida en coherencia
Este evangelio nos invita a alinear nuestros pensamientos, deseos y acciones con la voluntad de Dios. La verdadera fidelidad no es solo externa, sino una entrega total del corazón a los valores del Reino, viviendo con integridad en todas nuestras relaciones.
Lectio Divina paso a paso
1. Lectura (Lectio)
Lee Mateo 5, 27-32 en voz alta, despacio. Subraya las frases que más te impacten, como «todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón».
Pregúntate:
¿Cómo cuido la pureza de mis pensamientos y deseos?
¿Hay algo en mi vida que necesito «arrancar» para acercarme más a Dios?
2. Meditación (Meditatio)
Profundiza en la relación entre pureza y fidelidad:
«Ya cometió adulterio en su corazón»: ¿Cómo puedo purificar mis intenciones para vivir en santidad?
«Salvo en caso de unión ilegítima»: ¿Cómo valoro la santidad del matrimonio en mi vida o en la de otros? Imagina a Jesús diciéndote: «Tu corazón puro es un reflejo de mi amor».
3. Oración (Oratio)
Realiza una oración espontánea: «Padre, gracias por llamarme a una vida de pureza y fidelidad. Ayúdame a purificar mis pensamientos, a renunciar a lo que me aleja de ti y a honrar la dignidad de cada persona en mis relaciones. Que mi vida refleje tu santidad.»
4. Contemplación (Contemplatio)
Quédate en silencio, repitiendo: «Tu amor purifica mi corazón». Deja que esta verdad penetre en tu corazón, disipando deseos o actitudes que te alejan de Dios.
5. Acción (Actio)
Identifica un hábito o pensamiento que necesite purificación y da un paso concreto para cambiarlo, como evitar ciertas influencias o dedicar tiempo a la oración.
Escribe una situación en la que hayas sentido el llamado a vivir con mayor fidelidad y agradécele a Dios.
Comparte con alguien: «La pureza de corazón nos acerca al Reino de Dios».
Frase para el día
«Padre, que mi corazón sea puro y mis acciones reflejen tu amor y tu santidad.»
Que esta jornada esté marcada por la búsqueda de la pureza y la fidelidad en todas tus relaciones.