Evangelio Viernes 27 de Junio de 2025
El Evangelio de Lucas 9:11-17 muestra a Jesús exigiendo un discipulado total, invitando a dejar atrás comodidades y excusas para seguirlo y anunciar el Reino de Dios.
EVANGELIO DEL DÍA
6/27/20252 min leer


Evangelio del día – viernes 27 de junio de 2025:
Lucas capítulo 9, versículos 11 al 17:
«Sucedió que, mientras iba caminando, un hombre le dijo: "Te seguiré adondequiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras, y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza". A otro dijo: "Sígueme". Pero él respondió: "Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre". Jesús le dijo: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el Reino de Dios". Otro le dijo: "Te seguiré, Señor, pero déjame primero despedirme de los de mi casa". Jesús le contestó: "Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios".»
Reflexión profunda:
En este pasaje, Jesús enseña sobre el costo del discipulado, mostrando que seguirlo exige un compromiso total y sin reservas. Su respuesta a quienes buscan excusas revela que el Reino de Dios debe ser la prioridad absoluta sobre cualquier apego terrenal.
El llamado al desprendimiento:
Jesús destaca que seguirlo implica renunciar a la comodidad y las seguridades humanas, como un lugar fijo donde descansar, invitándonos a confiar plenamente en la providencia divina.
La urgencia del Reino:
Las palabras de Jesús a quienes piden retrasar su seguimiento subrayan la necesidad de actuar de inmediato, dejando atrás los vínculos o deberes que nos atan, para anunciar su mensaje con urgencia.
La mirada hacia adelante:
Mirar atrás mientras se sigue a Cristo es incompatible con el discipulado; Él nos anima a mantener la vista en el Reino, avanzando con determinación y fe.
La radicalidad del amor:
Seguir a Jesús es un acto de amor radical que trasciende las obligaciones mundanas, invitándonos a entregarnos por completo a su voluntad con corazón libre.
Lectio Divina paso a paso:
Primero. Lectura (Lectio):
Lee Lucas 9, 11 al 17 en voz alta, despacio. Puedes encontrar el texto en la descripción de este capítulo.
Subraya las frases que más te impacten. Ejemplo: "Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios."
Pregúntate:
¿Qué me está pidiendo Jesús que deje atrás para seguirlo?
¿Siento que mi compromiso con Él es total o hay algo que me retiene?
Segundo. Meditación (Meditatio):
Profundiza en el llamado de Jesús.
"Las zorras tienen madrigueras": ¿De qué seguridades dependo más que de Dios?
¿Hay algo en mi vida que me hace mirar atrás en lugar de avanzar?
Imagina a Jesús invitándote a seguirlo con libertad.
Tercero. Oración (Oratio):
Realiza una oración espontánea como esta:
"Señor, dame valor para seguirte sin mirar atrás. Ayúdame a soltar lo que me ata y a confiar en tu providencia. Que mi vida sea un reflejo de tu Reino."
Cuarto. Contemplación (Contemplatio):
Silencio ante el misterio. Puedes repetir: "Sígueme, Señor."
Deja que esta invitación transforme tu corazón con paz y decisión.
Quinto. Acción (Actio):
Hoy, identifica algo que te distrae de seguir a Jesús y entrégalo en oración.
Comprométete con una acción concreta para anunciar el Reino, como una buena obra.
Comparte con alguien tu deseo de vivir plenamente el discipulado.
Frase para el día:
"Señor, que mi mano esté firme en el arado y mi mirada fija en tu Reino."